2 monjas fueron al mercado y se demoraron mucho.
- Hermana Maria, ya es oscuro y aún estamos lejos del convento.
- Sí, Hermana Dulce, ¿y ya se dio cuenta de que un hombre nos está siguiendo?
- Sí. ¿Qué querrá?
- Lógico: violarnos.
- ¿Y qué hacemos?
- Lógico: separarnos. Usted por allá y yo por aquí.
El hombre siguió a la Hermana Dulce.
La Hermana Maria llegó al convento preocupada. Pasada una hora, llega la Hermana Dulce.
- ¿Qué sucedió?
- Lógico: comencé a correr, y él también.
- ¿Y entonces?
- Lógico: me alcanzó
- ¡Dios mío! ¿Y usted qué hizo?
- Lógico: me levanté el vestido.
- ¡Hermana! ¿Y qué hizo él?
- Lógico: se bajó los pantalones
- ¿Y entonces?
- Lógico: ¿No es obvio? ¡Una monja con el vestido levantado corre más rápido que un hombre con los pantalones abajo!
SI USTED PENSÓ EN OTRO FINAL, RECE 188 AVE MARÍAS
Y 320 PADRES NUESTROS.
¡PIDA A DIOS QUE LIMPIE SU MENTE!
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